Activistas exigen a la FIFA eliminar presencia de agentes migratorios en partidos en EE.UU.

Organizaciones civiles en Estados Unidos han elevado su voz con fuerza para exigir a la FIFA que garantice un entorno seguro y libre de intimidación para los asistentes a los partidos del Mundial de Clubes 2025 y la Copa Mundial 2026. La preocupación principal: la presencia de agentes migratorios en los estadios y zonas aledañas, una práctica que, aseguran, genera miedo entre las comunidades inmigrantes y pone en riesgo la naturaleza inclusiva del evento.
Frente a la sede de la FIFA en Miami, activistas de diversas organizaciones, entre ellas el American Friends Service Committee y la Coalición de Inmigrantes de Florida, pidieron explícitamente que se excluya a ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) y CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza) de cualquier operativo relacionado con los encuentros futbolísticos.
Yareliz Méndez, una de las portavoces del movimiento, denunció que el temor a ser detenido ha provocado que muchos inmigrantes eviten asistir a los partidos, aun cuando los boletos se venden a precios simbólicos. “No se puede hablar de inclusión mientras haya agentes migratorios rondando las gradas”, declaró.
Thomas Kennedy, director de políticas de la Coalición de Inmigrantes de Florida, fue tajante al afirmar que “los estadios están vacíos no por falta de pasión, sino por exceso de miedo”. En muchos casos, explicó, las políticas migratorias locales están siendo utilizadas para convertir a la policía en agentes de deportación bajo acuerdos como el 287(g), lo cual expone a personas indocumentadas incluso en situaciones cotidianas.
La situación se agravó durante partidos recientes del Mundial de Clubes, donde circularon imágenes de agentes de migración vestidos de civil solicitando documentos a asistentes. Estas acciones, lejos de generar seguridad, han desatado alarma en las comunidades latinas y migrantes, muchas de las cuales constituyen el grueso del público futbolero en Estados Unidos.
Paul Christian Namphy, del movimiento Family Action Network, recordó que el fútbol debería ser un espacio de alegría y comunidad, no de persecución. “La FIFA no puede permitir que su torneo se convierta en un escenario de miedo”, afirmó durante la protesta.
El reclamo de los activistas es claro: protocolos que aseguren que ni ICE ni CBP estarán presentes en los estadios o sus alrededores, y que se garantice la no cooperación entre autoridades locales y agencias migratorias durante los eventos deportivos.
Hasta el momento, la FIFA no ha emitido una respuesta oficial. Sin embargo, la presión social aumenta a medida que se acerca el Mundial de 2026, cuya sede compartida entre Estados Unidos, México y Canadá ha sido promocionada como la más diversa e inclusiva de la historia.
Los activistas advierten que si no se toman medidas urgentes, el torneo podría verse empañado por denuncias de acoso y violaciones a los derechos humanos. Por ello, insisten en que el deporte no puede desligarse de la realidad social, y que proteger a las comunidades migrantes también es parte del juego limpio.